viernes, 12 de septiembre de 2008

Sermoneame que me gusta

Parece fuera de duda que a pesar de vivir en un mundo que se autodefine como laico, para algunos incluso muy poco cristianizado, no son pocos los momentos en que percibimos la influencia de la iglesia a la hora de estructurar los valores que deben presidir nuestra convivencia colectiva. Y no se trata solo de una influencia que se deja sentir a la hora de la actuación de lso gobiernos, con mayor o menor intensidad según su matiz político, sino de la pervivencia de una influencia social que, aunque con menor intensidad que en el pasado, adquiere grados muy diversos en los distintos estratos de la sociedad.
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la confesionalización entendida como un gran problema disciplinario en el que la Iglesia y el Estado, intentan "garantizar que la religión suelde en los corazones el vínculo de la obediencia" (Prosperi), con todo un discurso sobre la sociedad en el ámbito de la familia, la educación, la justicia, la guerra y la paz... todo ello se adscrive a los comienzos de la modernidad.

Extraído de: Religión y Poder en la Edad Media. Peña, Betran y Serrano Eds. Editorial Universidad de Granada, 2005.





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