jueves, 15 de septiembre de 2011

Callejeros Montevideanos: narrativas urbanas

Fue una de las propuestas financiadas por los Fondos Concursables del MEC. La propuesta dice en su blog:


“Narrativas Urbanas” pretende conformar un conjunto de imágenes fotográficas de gran formato instaladas en muros y fachadas de la Ciudad Vieja en Montevideo y la ciudad de Rosario en Colonia. Para su etapa en Montevideo el proyecto pretende generar un impacto visual en un espacio urbano cargado de imágenes que saturan con los mensajes superficiales de la publicidad y el consumo, por eso este proyecto se plantea que a través de la fotografía artística de gran formato generar un paréntesis, un descanso visual, un momento de dialogo entre el espectador y la imagen.

La propuesta es interesante. Tiene algo que hace acordar al callejero JR que empapela edificios enteros con fotos de personas. Sin embargo hubo algo que creo no fue feliz o que por lo menos podemos decir que da lugar a la polémica. Ellos dicen que en Montevideo buscan generar un imapcto en un lugar saturado de imágenes de publicidad, sin embargo eligieron lugares donde lo que había era arte callejero.

Abajo verán algunas imágenes tomadas antes de la intervención, algunas robadas del blog donde se puede ver el momento de la intervención y otras posteriores a la misma.

En la primer foto verán como el afiche tapa una pintada del artista callejero argentino TEK y una Tracatraca de el artista Agustín Sabella. Lo mismo pasó con otros graffitis hechos en la pared posterior del mercado central. Está claro que el arte callejero es eso, es ir muriendo bajo intervenciones de otros, mi duda es si el acto de intervenir sobre otras intervenciones es coherente con la propuesta.

La reacción callejera no tardó en hacerse ver. Algunos afiches fueron rápidamente arrancados dejando ver nuevamente lo que había abajo. CAES fue de los que reaccionó en forma más explícita, directamente escribió: buena propuesta, mal lugar.

Comparto la visión de CAES, es más, creo que el lugar no reafirma el objetivo planteado.

Con el tiempo el arte callejero se fue recobrando del golpe y fue renaciendo, como una hiedra que se adapta a los cambios del muro. Aparecieron unos conejos y una gestante. Después aparecieron extraños stickers. De algunos no logré llegar a tiempo con mi cámara. En los últimos tiempos KNCR intervino las grandes fotos y les dio una nueva vida.

De algún modo la la intervención de otros callejeros y en particular MIN8 y AS1 les dio a las fotos un lugar en el muro. En lugar de arrancar las fotos intervinieron sobre ellas, de la misma forma en que antes la foto intervino sobre el graffiti. Recién ahora la calle las hizo suyas. Al fin el nombre de narrativas urbanas terminó siendo una profecía.

Si quieren ver más sobre la propuesta, pasen por: http://narrativasurbanasproyecto.blogspot.com









sábado, 3 de septiembre de 2011

Esperanza que perdura

Hacía tiempo que quería subir esta foto. Una vez había leído ene l diario que alguien escribió un graffiti en la pared de la casa. La marca quedó y la casa se vendió y los nuevos dueños pusieron un hogar estudiantil o algo así. Los dueños de la nueva casa eran entrevistados y el periodista decía que ellos se habían encargado de mantener la frase a lo largo del tiempo. Contaban que un día llegó la chica graffitera y pudieron finalmente conocerla.

Esa frase hace tanto tiempo que está en la ciudad, que es como una fuente de luz. Creo recordar que fue escrita en lo peores años de nuestro país cuando la esperanza era algo tan necesario como el pan y el agua.

En una primer subida conté la historia tal cual la recordaba de aquél artículo. pero verán abajo que Pepi me informa una versión diferente. quienes habrían escrito la frase son los mismos que hoy gestionan la pensión y la frase sería de Victoria Diez, una maestra católica española que murió fusilada durante la guerra civil de ese país a fines de los años 30 del siglo pasado.

Creo que es probable que haya un poco de verdad en las dos historias. Posiblemente quién escribió la frase la hizo retomando el mensaje esperanzador de Victoria Díez y posiblemente los dueños de la residencia encontraron que no había que dejar morir la frase. Yo creo que esa frase estaba antes de que esa casa fuera un hogar estudiantil (o algo así) y lo digo porque mi abuela vivía hace mucho a dos cuadras de allí.

Sin importar cual es la verdadera historia, lo que me mueve a dejar la foto es que hay algo de amor hacia la ciudad y su gente por parte de quién la escribió y por parte de quién la mantiene desde hace tantos años. Es una frase que desde su inicio estuvo alentando al esperanza de todos los que hemos pasado por allí y desde aquí quiero dar gracias por ello.