El espacio fue el tema de mayor conflicto. El caso más fuerte fue el de Virginia Negri quién al igual que mi caso tenía libertad para realizar sus intervenciones en cualquier lugar de la sala. Sus intervenciones consistían en frases similares a los graffitis hechos por amor. En el espacio destinado a la instalación de Erik Schou quedó la pared vacía porque su isntalación consistió en un televisor colocado sobre sobrecitos de papel que estaban en el piso. En el televisor Erik presentaba breves filmaciones de su mano graffiteando un sobrecito de un solo trazo en varios soportes urbanos, incluso sobre un auto. Virginia le pidió permiso a Erik para hacer una frase en su pared y Erick le contestó que prefería que no lo hiciera. Sorpresa se llevó Erick al volver y ver en la pared una pintada que decía: "sólo porque me dijiste que no". El conflicto se solucionó con un tarro de pintura blanca con el cual Erik eliminó la frase molesta.
En mi caso se dio una situación parecida. Al igual que Virginia tenía asignado cualquier espacio de la sala, dado el tamaño de mis intervenciones. Varias cosas ocurrieron que en cierto modo recrean lo que ocurre en la calle pero con la diferencia de que el otro no está presente cuando ocurren. Decidí pegar uno de mis stickers en la pared en la cual MIN8 había hecho una hermosa intervención. Cuando estaba en eso, la propia MIN8 me pidió que no lo hiciera me dijo que ya habían pegado varias cosas en su pared y estaba muy cargada. No me fue difícil encontrar otro lugar donde pegar mi sticker sin molestar a nadie. Sin embrago el hecho me lleva a pensar que muchas veces en la calle utilizo intervenciones hechas por otros para darle un contexto a mi sticker y que no necesariamente el callejero que realizó esa intervención puede estar de acuerdo con mi proceder.
Otro elemento interesante que ocurrió con mis stickers fue que con el correr de los días, el lugar dónde yo había pegado se interponía con la intervención de otro callejero que venía avanzando en su trabajo. Eso generó una situación interesante. Ante la dificultad de pintar dónde había un sticker, en varias ocasiones los despegaron y los encontré pegados en contextos diferentes dándoles en algunos casos una significación distinta a la original. De algún modo se reprodujo el fenómeno callejero del sticker arrancado.
A medida que la semana fue avanzando todos nos fuimos relajando y el proceso creativo colectivo fue mucho mejor. Se dio una colaboración muy interesante entre los callejeros y no necesariamente entre miembros de algún colectivo, que obviamente tienen más predisposición a trabajar juntos porque así lo hacen en la calle.
Otra tensión presente fue la relación con la institución. Hay que reconocer que el MEC tuvo una cabeza muy abierta para aceptar un desajuste tan grande en su edificio. Ni siquiera el baño se salvó de la intervención de los callejeros. De todas formas hubo gente que no estuvo nada contenta con el resultado, sobre todo los encargados de dejar la sala en condiciones para futuras exposiciones. Durante el mes de enero alguien se dedicó a rehacer la sala y cuando digo rehacer me refiero a que fue necesario hacerla de nuevo.
El material es mucho y se me hace difícil presentar lo que hicieron los distintos callejeros tanto invitados como no invitados (que los hubieron muchos y muy buenos como Ochopante, Caes, Rack y otros). He optado por subir algunas cosas representativas de lo que cada uno hizo. Con el tiempo iré subiendo las distintas cosas que los artistas presentaron.
Aquí van a modo de ejemplo algunas fotos.
Nicolás Sánchez o Alfalfa realizó un enorme sabio sobre fondo negro que quedó realmente impactante. La foto habla por sí sola. Además de su pintada realizó varios de dibujos similares a los que realiza por la ciudad y de los cuales ya he hablado, abajo podrán ver uno que realizó en la garita sonora.
El colectivo Mitâ i Callepegua formado por José de los Santos, Germán Tortora, Laura Núñez y Sergio Rodríguez, realizó varios stenciles. Pero el que más llamó la atención fue el de Cardozo el cuida coches. Se trato de una enorme tela pixelada que sirvió como máscara para realizar el stencil que reproduce la imagen de un cuida coches real, con problemas reales y que vive en situación de calle. Terminado el stencil me pidieron que colocara mis lagartijas de forma que interactúa con la obra. Las lagartijas trepan por su cuerpo y siguen indiferentes rumbo al techo. Este es un caso en el que el trabajo de dos callejeros pensado originalmente en forma independiente se potenció al realizarse en conjunto.
Abajo pueden ver la instalación de Erik Schou que mencioné antes. El trabajo presentado por este callejero creo que logró con mucho más contundencia el objetivo de traer el arte callejero a la sala. De algún modo todos los demás nos dedicamos a realizar en la sala lo que hacemos en la calle. Sin embargo por más que físicamente el acto sea el mismo, no es posible hacer lo que se hace en la calle en una sala, porque el contexto condiciona no sólo el resultado sino el propio acto. Erik utilizando el lenguaje del cubo blanco logró meter la calle en la sala. En la foto lo vemos en el momento en que resuleve su conflicto con Virginia Negri.
Gerardo Podhajny realizó su intervención en el baño asociado a la sala. Su intervención consistió en un recorrido de mensajes numerados que invitan a la reflexión sobre el vivir en nuestros días. Las frases tenían algunas palabras distorsionadas de forma que las letras se convertían en pequeños seres. Algún día subiré la serie completa. Se trató sin duda de la intervención más conceptual y que más invitaba a pensar. En ese sentido parece interesante que estuviere en el baño. en general en nuestras casas el baño es un lugar intimo que invita a perderse en pensamientos varios. Sin embargo los baños colectivos, como el de una institución pública, son lugares dónde lo íntimo se hace público y no suelen ser lugares asociados a actividades de meditación. Sin lugar a dudas el baño de una institución pública es lo más callejero que se puede encontrar en una institución. El planteo de Gerardo de algún modo transforma al baño público en un lugar para la reflexión acerca de lo público, o sea acerca de lo colectivo.
Camila Caballero realizó varias intervenciones. La principal consistió en uno de sus personajes de ojos vacíos, que emerge del piso y se estira el pellejo superior al ojo. da la sensación de que se trata de una cáscara vacía, una piel que reproduce la forma del cuerpo pero no cubre nada. Por encima del personaje revolotean mariposas de papel que fueron pegadas entre varios. Además de esta obra Camila pegó stickers con sus características cabezas.
Agustín Sabella es otro de los artistas de quienes algún día debería subir algo. Realizó varios stenciles y pintadas. Aquí presento uno realizado en la garita de seguridad que estaba colocada en el centro de la sala y que formaba parte de otra muestra dentro de la muestra. se trataba de una garita sonora (dentro de la misma se podía escuchar música). El stencil de Sabella reproduce un personaje de publicidad americana de los años 50, con la diferencia que el chico ha sufrido una mutación por la cual tiene cuatro ojos. El stencil fue hecho de tal forma que la cara permite ver desde dentro de la garita, sería una interesante propuesta para rediseñar las garitas de la ciudad.
En mi caso opté por pegar cada día un tipo de sticker diferente. El primer día pegué los stickers de la serie Muñeca de Carne o Manual de autoayuda para la mujer objeto. Algún día subiré la serie completa, pero aquí sólo presento una muestra. Otro día pegué stickers en 3D hechos con cartulina y en general se trataba de personajes testigos de lo que allí pasaba. Después pegué las lagartijas hechas en cartulina que ya mostré más arriba. El último día pegué stickers de una serie destinada a ser pegoteada en baños públicos y que algún día subiré a la red.
El último día una muchacha me pidió para llevarse el sticker de cartulina que presento abajo y se lo dí con gusto. Este hecho es otra de las cosas que marcaron diferencia con la experiencia callejera. En la calle es común que los stickers no duren demasiado sobre todo si son hechos con cartulina. Sin embargo no existe el proceso de pedirlo. Este hecho en cierto modo puede tener que ver con la concepción que tenemos de lo público como de algo sin dueño y por lo tanto apropiable.
Abajo puede verse uno de mis stickers que fue despegado del lugar original y colocado en otro contexto, como ven el resultado no es malo.
El grupo KNCR está integrado por varios callejeros, ellos no podían estar ausentes de la exposición porque sin lugar a dudas se trata de uno de los colectivos de graffiteros más importantes de la ciudad.
Dos integrantes de KNCR, Difuz y Rafael González (Raf), (si no me equivoco!!!), hicieron el mural que presento en la foto de abajo. Raf hizo los personajes y Difuz hizo el resto. Creo representa un pista de skate. Tengo varios videos con ellos realizando la obra pero no los puedo subir.
buenisimo !! me encanta lo que hacen !
ResponderEliminarcomo puedo encontrar información o contactar con alfa alfa??