Gerardo es de todos los callejeros montevideanos el menos fiel y reconquistador. La propuesta de Gerardo es de las más críticas y probablemente de las más conceptuales que conviven en nuestras calles. Sus trabajos más conocidos no están en este blog porque nunca tuve la grata sorpresa de encontrarme con una de sus obritas. Gerardo realiza con pequeños desechos esculturitas a las cuales les pone nombres ingeniosos y que producen inmediatamente una risa irresistible al asociarlos a la obra . No se bien cómo lo hace pero es prácticamente infalible. Expuso sus obritas en el subte municipal y fue allí que lo conocí. Estaban expuestas un montón de cosas de las cuales no recuerdo ni una. De todo lo que vi ese día solo recuerdo esos bichitos que Gerardo dejó por toda la sala como escondidos pero a la vez tan visibles que eran lo único que se veía con claridad. Sus bichitos una vez terminada la exposición fueron paulatinamente liberados en la ciudad. Lamento no haberme encontrado con alguno, de seguro hoy tendría una mascota.
La segunda vez que conocí a Gerardo fue en una charla que dio sobre Arte Callejero. Fue ahí que Gerardo lanzó la idea de que el Arte Callejero era algo así como algo inesperado, una intervención que escapaba de lo esperable y como ejemplo nos invitó a mandar un enigmático mensaje por celular.
Gerardo me conoció recién un tiempo después, cuando acepté su invitación para acompañarlo al Festival Mille, el cual implicó un recorrido urbano desde la escalera de Prato hasta las Torres del World Trade Center charrúa. Ese recorrido ya lo relaté en este blog. Tampoco tengo registro de la actividad de Gerardo, que consistió en enterrar cajitas de fósforos llenas de monedas, como si fueran pequeños tesoros.
Gerardo es salteño y es fundador de la Hungry Artist Foundation la cual ha hecho intervenciones por toda la ciudad, algunas memorables como llenar el monumento a Rivera con huesos, cráneos y flechas en recordatorio a los aborígenes asesinados. También supieron decorar los tachos municipales para la basura con verduras y otros alimentos como si se tratar de un lugar dónde se dispensan alimentos, lo cual en los hechos es la más cruel realidad. También Gerardo fue junto con las BIG Lala uno de los promotores del Proyecto El Punto, del cual ya hablé, y que significó una propuesta cultural callejera totalmente independiente que supo movilizar artistas y vecinos solo a partir de las ganas de generar cosas.
Abajo podrán ver algunas fotos de intervenciones de Gerardo de las cuales logré registro fotográfico. Las primeras son un árbol en el complejo de viviendas Cadorna dónde se realizó un encuentro de arte callejero del cual algún día subiré algo. El árbol estaba empapelado con la publicidad típica de los supermercados. Abajo del árbol Gerardo puso unos zapatos que encontró tirados. La pobreza del barrio contrastaba con ese árbol que prometía las mil y una maravillas del mercado. Los zapatitos y el árbol me hicieron pensar en una mezcla de Papa Noel y Reyes Magos, como si el sistema no fuera para la mayoría mas que la esperanza de que todo lo que está en la vidriera algún día te lo dejarán los Reyes.
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que lindas cosas
ResponderEliminarme pase como 2 horas mirando todo tu blog de pe a pa xd
jaja
saludo